3 de agosto de 2011

¿Porqu€ no?

Sí, creo que es el momento.
Creo que llegó la hora de que todo vuelva a empezar, de que vayamos poco a poco a retomar la confianza. Es el momento de pensar en el mañana, no en el ayer. Dejar de lado el "no hiciste, no dijiste". Una vez asumida la culpa y habiendo tenido una larga jornada de reflexión, ¿porqué no volver a empezar otra vez? (como decía el anuncio de el corte inglés).

Sé que necesitas una parte de mi, al igual que yo necesito una parte de ti. Sabemos que nos hemos buscado  a escondidas. Necesitábamos esto: que alguna levantara la dichosa espita para volver a recordar el "capiemus mundum" que una vez tanto nos hizo reír. Lo hiciste tú y gracias, me hizo ilusión volver a saber de ti.
Sí, te eché de menos. Sí, me dio miedo pensar que ya habías olvidado esas bolas de papel albal de mi estantería en las que pone "Lid" y "Na".

Sí, creo que es el momento para estar ahí, para mejor lo anterior... Si siempre hacen segundas partes de películas, ¿porqué no tener la nuestra propia?

2 comentarios:

  1. Qué dura es la amistad para la mujer.

    Hace inversiones con alto riesgo. La mujer no invierte en la amistad buscando un riesgo bajo. La mujer no invierte en un bien ridículo como los bonos del Estado. La mujer apuesta fuerte e invierte todo.

    Como si fuera una ruleta sobre la que se pone todo el dinero, se lo juegan todo. Y la vida es un crupier cabrón que les niega las ganancias y las echa sin piedad.

    La mujer pone tanta energía, ganas y amor en una amistad que luego se desespera cuando no le retornan lo mismo que ha dado. No entiende esa injusticia universal.

    Para un chico es más sencillo. Pone menos y recibe menos. No se siente decepcionado.

    La mujer va a por todas y se deja la piel en la amistad. Pelea, acompaña, anima, consuela, comparte, escucha y muerde. Quiere lo mismo que regala.

    Es lógico. De ahí el dolor.

    ResponderEliminar
  2. =)
    No se olvidó nada, ni la plantita, ni las tardes en la biblioteca, ni las risas, ni el cariño, ni las confidencias, ni las fotos... Nada.
    Y me alegro muy mucho de derrotar la tozudez y dar ese pasito tan genial.

    ResponderEliminar