16 de diciembre de 2012

Carolina...


Esa va a ser mi ruina,
pequeña Carolina,
vete por favor...
Carolina, trátame bien, 
no te rías de mi,
no me arranques la piel

 

8 de diciembre de 2012

Una vez más.

Muchas veces lo dije: siempre que me siento mal aparece sin aviso haciendo que mis dudas se disipen. Tiene ese sexto sentido o esa gran virtud. No sé muy bien cómo definirlo. El caso es que siempre que lo necesito, y sin pedírselo, está ahí.

Esta vez lo hizo en forma de canción del siglo XIV, traduciéndo partes escogidas por él. 

"Dulce dama adorable, por Dios os pido que no penséis que nadie más que tú reina en mi corazón".

"Siempre y sin haberos traicionado, os he servido humildemente y sin tener pensamientos sucios".

"Ay. Me quedo suplicando esperanza y alivio. Pues mi felicidad se termina sin vuestra compasión".

"Tu dulce habilidad domina mi corazón tan ferozmente. Atormentándolo y atándolo con este amor insoportable".

https://www.youtube.com/watch?v=8Z8rt3hHUEY

Gracias por esa virtud.

21 de noviembre de 2012

11 de noviembre de 2012

Lo que también saben los que saben.



Ya saben. Los que tienen perros lo saben. Noches en vela, sobresaltos, meadillas por aquí y por allá, si no tuviera perro esto no pasaría, tus diarreas por todas partes, cabroncete, y yo partiéndome el lomo para comprarte comida y llegar a fin de mes.

A cambio, lo que también saben los que saben: el misterio leal de sus ojos, su presencia callada a los pies de la cama, su fuerza tranquila, el trueno del vozarrón perruno, su pataza torpe apoyada en tu brazo pidiendo una caricia, su trufa húmeda y fría, sus miradas de consuelo. De adoración. Si alguien mira a Dios, piensas, sin duda debe de mirarlo así. También colmillos, por supuesto.


El asesino que salvó una vida. Arturo Pérez Reverte.

19 de junio de 2012

Y sí, ahí estaba él.

Y de pronto sucede que te das cuenta de lo mucho que te quiere. De repente te sientes sola, temerosa, no sabes cómo actuar y miras a tu alrededor buscando una salida y ahí está ÉL: pendiente de ti, girando su cabeza con ese casco rojo observándote y preocupándose de ti. Y es entonces cuando piensas: ¿en serio lleva todo el rato mirando para ver cómo estoy? y sí, lo estaba haciendo. 
Temía por ti, se preocupaba por ti. Te cuidaba desde lejos y te hacía sentir segura. Y es extraño, pero aunque no pude ver bien sus ojos me transmitió tranquilidad. Era como una mirada que irradiaba ondas luminosas de calma por aquella pista oscura. Ese giro de cabeza de apenas 15 segundos fue para mi como un: "tranquila, sé que estás ahí, voy a ayudarte. No tengas miedo".
Y cuando conseguimos salir de allí me encontré con toda una tarde llena de abrazos y caricias. De besos de esos que sientes en el estómago. Llena de verdaderos "te quiero", de "tenía miedo por tí, no estaba disfrutando". De: "ha servido para darme cuenta de lo mucho que te quiero".
No sé cómo lo haces, pero tienes la capacidad de hacer que cualquier momento, hasta del más temible y agobiante, sea el mejor instante.


De aquí a la eternidad.

31 de mayo de 2012

"El gol de todos".


Dos años después de "el gol de todos" y aún se me ponen los pelos de punta. Porque esto, señores, es lo que une a todo un país. En ese momento todos eramos España, Navas, Jesús, Torres, Fabregas... éramos Iniesta, el balón. Y es triste que solo sea en estos momentos cuando se pueda salir con tu bandera de España a la calle, con la cara pintada sin que te llamen "facha". Es triste, pero real.

Iniesta: "Se para todo y solo estamos yo y el balón. Como cuando ves una imagen en cámara lenta... pues para mí fue así. Es difícil escuchar el silencio, ¿no?, pero yo en ese momento escuché el silencio y sabía que ese balón iba dentro".

Gran momento el que viví aquél gran 2010. Y aún sigo reviviéndolo y esperando a que haya más triunfos así porque yo no me avergüenzo de ser española y me alegro de que mi país gane.

Por más momentos como este:
http://www.youtube.com/watch?v=bVN5zo4KHR4

9 de mayo de 2012

Me siento fuerte.

"Deja que la gente pase a ambos lados sin tocarte,
y que el neón de la noche se clave en tu sien.
Deja que esa duda que hay en tu mente no pregunte,
y que no se clave, que si ni quiera hable,
y que se muera solo por esta vez."

Estopa- Hemicraneal: http://www.youtube.com/watch?v=TtCxbWg688M

29 de abril de 2012

El Rey León

El pasado puede doler, pero tal y como yo lo veo: puedes huir de él o aprender de él.

Vive en ti...

Recuérdalo, recuerda quién eres.

(El Rey León)

22 de abril de 2012

Corazón tan blanco.



"Era uno de esos momentos en los que se quiere con toda la seriedad del mundo."




"Cada susurro no aprehendido ni comprendido se perdería para siempre jamás..."


Corazón tan blanco- Javier Marías.

8 de abril de 2012

Presa soy de vos.

"Presa soy de vos solo, y por vos muero (mi bella Luz me dixo dulçemente), y en este dulçe error y bien presente, por vuestra causa sufro dolor fiero."
Fernando de Herrera.

7 de marzo de 2012

Y no quiero extrañar nada de ti...

 I could stay awake just to hear you breathing
Watch you smile while you are sleeping
While you're far away and dreaming
I could spend my life in this sweet surrender
I could stay lost in this moment forever
Where every moment spent with you is a moment I treasure

Don't want to close my eyes
I don't want to fall asleep
Cause I'd miss you babe
And I don't want to miss a thing
Cause even when I dream of you
The sweetest dream will never do
I'd still miss you babe
And I don't want to miss a thing

Lying close to you feeling your heart beating
And I'm wondering what you're dreaming
Wondering if it's me you're seeing
Then I kiss your eyes
And thank God we're together
I just want to stay with you in this moment forever
Forever and ever...


http://www.youtube.com/watch?v=CGyw9cVNmK8

Una de las canciones que más me recuerdan a ti. Un día me la cantaste en tu coche a eso de la una de la mañana. Hace ya muchos años, pero lo recuerdo como si fuera ayer. Y aún lloro igual que aquel día. Porque "no quiero extrañar nada de ti".
Te quiero.

27 de febrero de 2012

Teresa García Antequera.

"Yo soy la resurrección y la vida. El que ejerce fe en mi aunque muera, llegará a vivir." 
Juan 11:25

Hoy hace dos años que te perdí y te puedo asegurar que no me he olvidado de ti. Te echo tantísimo de menos. Cada vez que subo a tu casa me siento en tu sitio, solo para intentar sentirte. Miro de refilón a tu  habitación por si te veo sentada en la cama buscando dinero en tu "taleguilla" para darnos algo. Echo de menos tu sonrisa y que me mires con esa dulzura y ternura que tenías.

No sé, son tantas cosas las que echo en falta de ti... tus comidas echas con tanto amor, que te rías a carcajadas, tus manos frías, tus besos, tus preciosas despedidas cada vez que salía por la puerta de tu casa: "Andar con Dios", decías. Ahora esa frase la estoy haciendo mía. Me parece tan tierna.
Cuando yo era pequeña desarrollaste una gran paciencia conmigo para que me comiera toda la comida. Siempre nos dabas bolas de anís cuando íbamos a comer toda la familia a casa. Me pedías que te cogiera galletas a escondidas para que la abuela no te regañase. He sido tu cómplice, Bisa. Incluso me leías pasajes de la biblia mientras subrayabas todo con un lápiz de dos colores -azul y rojo-. Aprendiste a leer y a escribir cuando ya eras mayor, porque querías cultivarte. Haz luchado tanto...

He llorando tanto, Bisa. Me duele tanto no tenerte... Pero cuando me siento sola, o cuando necesito ayuda siempre miro al cielo -aunque suene a tópico- y busco una estrella que siempre hay al lado de la luna. Es la estrella que más brilla en todo el cielo. Y sé que eres tú.

Una vida de alegría y sufrimiento al intentar sacar adelante a tu familia. Llegaste a Madrid sin saber cómo, con una mano delante y otra detrás. Trabajaste duro para conseguir unas "perrillas" y conseguiste que te llegara a conocer. Cuidaste a tres generaciones, bisa, y eso no lo  hace todo el mundo. Eres una auténtica heroína.

Pero hace dos años, el 27 de febrero de 2010, sábado lluvioso y con 93 años, decidiste que este mundo ya no era para ti, y te fuiste de la forma que siempre quisiste: en tu cama, mientras dormías, sin darte cuenta. En silencio, pero con tu hija al lado. Recuerdo que yo estaba en la biblioteca estudiando Historia, cuando de repente me vibró el móvil y era mi madre. No me lo podía creer, justo el domingo iba a subir a darte un beso y tu ya te habías ido, sin despedirte. Pero me quedo con tus palabras la última vez que te vi: un te quiero y un "¿has visto que biznieta más guapa tengo?". Siempre presumías de todos tus biznietos. Quizá esa fuera tu forma de decirme adiós...

Tú me has criado. Siempre has cuidado de todos nosotros. Por eso no te voy a olvidar nunca. Y nunca significa nunca.

Te quiero mucho Teresa García Antequera, mi Bisa.

10 de febrero de 2012

Verdaderamente...

"Verdaderamente..., los catalanes han menester ver más mundo que Cataluña
El Conde-duque de Olivares al Conde de Santa Coloma, 29 de febrero de 1640 



John Elliott, La rebelión de los catalanes (1598-1640).

8 de febrero de 2012

14 de enero de 2012

Frágil senectud

Cogí el teléfono me contestó como si nada. Tranquila. Poco a poco empezó a ponerse nerviosa, a temblarle la voz. Hice lo posible porque se tranquilizara, le hablé de la forma más dulce y serena que me salió y le dije: “tranquila, abuela, ¿dónde estás?... Quédate ahí que te vamos a buscar”. Empecé a ponerme nerviosa según colgué el teléfono. Mi abuela, mientras tanto, lloraba en una parada de autobús porque se había separado de mi abuelo en un centro comercial y no podía encontrarlo porque él no tiene móvil -es de esos abuelos que no se hacen a los nuevos tiempos, y menos a la tecnología-. Salimos corriendo de casa, fuimos a su encuentro y la abracé lo más fuerte que pude. Ella, mientras tanto, seguía sollozando mientras pensaba dónde estaría su marido y lo mal que lo estaría pasando.

Hoy me di cuenta de la fragilidad de las personas mayores, de lo tiernos y adorables que son. De lo indefensos que se encuentran ante una situación atípica. Estuvimos dando vueltas por el centro comercial mientras mi abuela se lamentaba de lo ocurrido y mientras decía: “no doy más que problemas...” A lo que yo le contestaba: “nos puede pasar a todos, es sábado, hay mucha gente y es normal que os despistéis”. A la media hora llamó mi padre diciendo que mi abuelo estaba en nuestra casa, diciendo que no sabía donde estaba su mujer.

No se me olvidará la reacción de mi abuela, de mirarnos sonriendo con lágrimas en los ojos mientras se abrazaba a mi hermano y decía: “Ay, hijo, menudo disgusto más grande os habéis llevado”. No hacía más que suspirar. Seguía con el corazón encogido por lo que había pasado y sólo quería llegar a casa para encontrarse con él de nuevo. Por un momento el mundo se le había venido encima.

Cada vez que me acuerdo de lo que ha pasado esta mañana no puedo evitar emocionarme. Su fragilidad me recuerda a esos niños que lloran desconsoladamente cuando se sienten solos y no saben dónde ir.

No soporto ver a mis abuelos llorar. Será por eso de que están mayores, que enferman y que me hago consciente de que ya les va quedando menos para dejarme sin su presencia. Será que tengo miedo de que mi abuela un día no me reconozca cuando me vea. Pero hoy me di cuenta de que hay que preocuparse por aquellas cosas que realmente son importantes.
Me sentí bien al saber tranquilizarla, al darle la mano y hacerle ver que estábamos con ella. Me gustó abrazarla cuanto pude y verla sonreír cuando todo se solucionó.

Y hoy, marido y mujer dormirán juntos de nuevo como llevan haciendo desde hace más de 50 años...