7 de febrero de 2013

Sin titubear.



Y es que no me tiembla la voz cuando digo que él es el único que confió en mi siempre. Siempre y en todo. Nadie, ni mis padres si quiera depositaron tanta confianza en mi. No lo hicieron cuando más lo necesité. Pero él si.

Por eso le debo lealtad. Le debo Lealtad con mayúscula.

Gracias por confiar en lo que ni yo misma confié.

No hay comentarios:

Publicar un comentario