16 de agosto de 2013

Se acabó. Al fin.

Es lo que necesitaba. Creo que llevaba años esperando esa conversación y, al fin, la tuvimos. 
Gracias, gracias por tu sinceridad, por tu paciencia, por tus palabras. Por tus caricias en aquél momento. 

Sé que tampoco fue fácil para ti. No lo fue para ninguno pero lo necesitábamos. Ambos. Ya no hay más que decir. Solo queda volver a darnos aquellos abrazos entre lágrimas. Creo que no hay cosa más bonita que llorar juntos y decirnos que nos queremos. Y, como ya te dije, cuando lloras estás muy tierno. Pero ya terminó todo. Ya se acabó. Ya no hay más "enanos con botas de pinchos". Ya están fuera. Ya despejé aquél remate de cabeza. Ahora volvemos a la realidad. A nuestra realidad...

Te quiero, Juamposo.